PYRUS CALLERYANA «CHANTICLEER»

Descripción

El peral de flor (Pyrus calleryana ‘Chanticleer’) es un árbol caducifolio perteneciente a la Familia Amygdaloideae. Puede alcanzar los 20 metros de altura, y su porte es columnar cuando el ejemplar es joven y cónico a medida que se desarrolla.

Su follaje está compuesto por hojas ovaladas de hasta 7 centímetros de largo, verde oscuro en el haz y de color claro en el envés. El follaje es de color verde oscuro en verano y durante el otoño adopta tonos rojizos y ocres muy característicos.

Este árbol tiene una abundante floración que le otorga un gran interés ornamental, que se produce al empezar la primavera. Las pequeñas flores, de olor empalagoso, son de color blanco, con 5 pétalos que alcanzan los 3 cm de diámetro.

Generan un pequeño fruto de 1 cm de diámetro que se ablanda con el frío, y fácilmente dispersable mediante la fauna avícola.

Originario de China, este peral fué introducida en Europa en el S.XIX, y en la actualidad está ampliamente distribuido por las zonas de climas templados.

Se trata de un árbol muy resistente, que puede tolerar heladas de hasta -20ºC, incluso cierta salinidad en zonas cercanas a la costa. Es extraordinariamente resistente a plagas y enfermedades con lo que es muy apropiado para miniminizar el mantenimiento para su uso en zonas verdes y parques.

Crece preferentemente a pleno sol, pudiéndo también desarrollarse en semisombra. Necesitan de espacio para crecer, evitando colocarlo cerca de infraestructura y edificios ya que su copa tenderá a espaciarse a medida que madure el ejemplar.

Es tolerante a todo tipo de suelos, si lo plantamos en maceta con un sustrato universal que drene adecuadamente y cierta proporción de perlita podremos hacer crecer de manera sana nuestro peral de flor.

Puede tolerar episodios de sequía, con lo que los riegos pueden ser moderados, dejando secar el sustrato para proceder al siguiente riego, hay que evitar encharcamientos y debemos asegurarnos de que drena adecuadamente.

Si lo cultivamos en el suelo bastará con realizar 1 o 2 aportes anuales de abono orgánico tipo compost o similar. Si lo cultivamos en maceta debemos realizar aportes de fertilizante mineral cada 2 o 3 semanas durante la primavera y verano para mantenerlo sano.

Es recomendable realizar una poda que nos ayude a mantener la forma del árbol y, también, eliminar las ramas secas o decrépitas.

Tratándose de una planta que requiere de podas y recortes regulares, es necesario conocer adecuadamente como podar arboles y setos y, además, disponer de las herramientas de poda y recorte adecuadas que no dañen a la planta y permitan llevar a cabo la labor de una manera segura y correcta. También es recomendable desinfectar las herramientas entre poda y poda para evitar propagar enfermedades fúngicas, entre muchas otras ya se trata de una planta sensible a estas patologías.