Descripción
Eleagnus Ebbingei es un vigoroso arbusto no espinoso, ideal para setos y medianas, es fruto del cruzamiento de dos especies: Elaeagnus macrophylla y Elaeagnus pungens. Al atractivo de su denso follaje perenne y sus vistosos frutos rojos de primavera se suman una serie de cualidades que lo convierten en un todoterreno de fácil cultivo: vive bien al sol, en semisombra o a la sombra de los árboles en cualquier tipo de suelo, incluso pobre o levemente salino, no necesita abono, es resistente a las plagas y enfermedades y tolera el ambiente marino, la sequía y el frío (hasta -17º, zonas 7-9).
A mediados del otoño emite racimos axilares de pequeñas flores de color blanco crema; son muy fragantes y atraen a las abejas. En primavera las matas lucen vistosas drupas rojizas de dos centímetros de largo y uno de diámetro que se pueden comer, como los frutos de tantos Elaeagnus.
Eleagnus Ebbingei prefiere el pleno sol, aunque se adapta a todas las condiciones de luz. Vive mejor en un suelo franco-arenoso, que le asegure un buen drenaje, pero tolera los sustratos arcillosos no muy húmedos y los arenosos no muy secos. El pH le resulta indiferente. Es capaz de mejorar el suelo gracias a su capacidad para fijar el nitrógeno del aire; por eso mismo no necesita ser abonado. Su resistencia al aire marino y a cierta salinidad en el sustrato lo convierten en un excelente cortavientos para las zonas de costa. La poda permite controlar el desarrollo de las matas e incluso obtener formas topiarias sencillas. Conviene controlar la aparición de la araña roja.
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